miércoles, marzo 14, 2018

Sesión de música auto degenerativa low-cost.



El tiempo corre de la misma manera para todos los seres humanos, pero todo ser humano flota de distinta manera en el tiempo.
Yasunari Kawabata, Lo bello y lo triste.








El delito del tiempo
La música, pero quizás con mayor intensidad en la experiencia del concierto, es capaz de sacar al tiempo fuera de sus goznes.(…) Algo pasa con el tiempo, con los tiempos, cuando nos metemos en la música. Todos esos tiempos inspirados en el cambio, en el movimiento, que Aristóteles supo arrancar a las personalidades del tiempo, se resignan, en la música, a algo que a duras penas alcanza con llamarlo “presente”.(…) Frente a la destrucción del tiempo de la rutina, en la que enormes cantidades de tiempo pasan sin apenas registro, sin ser apenas nuestras, el tiempo de la música se esfuma al ritmo en el que las notas se desvanecen en su recorrido por la sala.
La música ha vuelto cada vez más audible lo que la ha trabajado desde siempre, las fuerzas no sonoras como el tiempo, la organización del tiempo, las intensidades silenciosas, los ritmos de toda naturaleza. Y es ahí donde los no músicos pueden, a pesar de su incompetencia, encontrarse más cómodamente con los músicos. La música no es solamente asunto de músicos en la medida en que vuelve sonoras fuerzas que no lo son, y que pueden ser más o menos revolucionarias, más o menos conformistas, como por ejemplo la organización del tiempo.

La música es el arte más vinculado al tiempo. El tiempo como experiencia instantánea. Solo es factible durante su práctica mediante la ejecución instrumental o mediante la reproducción fonográfica.
Un "disc-jockey" hace un espectáculo y selecciona sus discos para ese espectáculos auditorio quiere bailar, quiere que le sorprendan y le recuerden cosas, quiere volver al pasado y vivir el presente; un disc-jockey tiene que realiza un espectáculo equilibrado, y el equilibrio debe responder a las necesidades de un auditorio concreto (...)
Sociología del Rock. Simon Frith 
La concepción de estar perdiendo el tiempo. En la cultura consumista, trabajar como músico, artista, es perder el tiempo. Hay que prepararse para el mañana, invertir en el tiempo, no disfrutarlo. La música te hace ser consciente del tiempo.
Existen estudios en los cuales se demuestra que comemos más rápido en un restaurante si ponemos una música con una velocidad más elevada. En 2004, un estudio de la Fundación del Club de Automovilismo comprobó que la música más peligrosa para conducir es la Cabalgata de las Valkirias de Wagner, ya que su ritmo provoca la sensación de lentitud del coche y nos anima a pisar más el acelerador. Se han realizado estudios más serios con voluntarios a los que se les pregunta cuánto tiempo pasa mientras realizan una tarea con un ritmo concreto de fondo, si el ritmo es más acelerado percibirán el tiempo más rápido de lo que realmente es.

El Tiempo encapsulado
Un disco es un fantasma, es la huella de un cuerpo musical, la pos-impresión de la respiración y el trabajo. Existe un paralelo entre el fonógrafo y la fotografía, ambas son mascaras mortuorias.(…) Los discos son fantasmas que uno puede controlar.
Retromanía (Simon Reynolds-Caja negra Ed.)

El coleccionista de discos ansía retener el tiempo. El tiempo encapsulado y conservado para la eternidad. La música grabada es un desafío a la muerte, el músico resucita cada vez que se reproduce su grabación. Una resonancia siniestra, sobre todo en la música pop, cuya edad dorada pasó hace más de cincuenta años y muchos de sus componentes han fallecido hace tiempo.
El afán por conservar la música es un desafío a la naturaleza del tiempo, al mismo disfrute instantáneo de la música en directo. El coleccionista de vinilos intenta atrapar el recuerdo, lo fugaz mediante la acumulación de posesiones sonoras. Se hace con el alma de los músicos, los manipula a su antojo y los hace sonar en su espacio de tiempo como marionetas de lo efímero.
 El desgaste de los discos en vinilo devuelve el tiempo musical a su verdadera esencia a la vez que altera la percepción original introduciendo el factor tiempo en la apreciación sonora.

“Entre el tiempo y nosotros existe un profundo desacuerdo que, no obstante, resulta contradictorio, no soportamos su huida, pero tampoco su permanencia. Nunca sabemos si pasa demasiado rápido o demasiado lento y, sin embargo, perdemos el aliento a fuerza de querer retenerlo o impulsarlo hacia adelante”.

Tiempo y música-Jeanne Hersch



Sesión de música auto degenerativa low-cost.

PROPUESTA
Durante el tiempo de residencia se habilitará una mesa tradicional de Dj
Durante unas horas al día ejecutare una pinchada, de música “tradicional” en vinilo, con la característica de que las fundas de estos "singles" son sustituidas por envolturas de papel abrasivo de forma que los vinilos cada vez que sean utilizados sufran una degeneración paulatina.
La intención es que cada "pinchada" produzca una degeneración de los contenidos musicales, con la intención de hacerlos prácticamente inaudibles en la última sesión. De manera que estos se conviertan en piezas sonoras “ruidistas” actualizando los contenidos folclóricos como piezas de arte sonoro.
 Por otra parte los temas elegidos son un factor importante de la sesión; se recurre a discos de vinilo desechados en los mercadillos, la mayoría de folclore y música ligera española. De esta manera se busca la sensación de un tiempo perdido en unos gustos musicales obsoletos dentro de la concepción de la modernidad.




Para la propuesta se requiere una mesa de DJ provista de dos platos giradiscos, una mesa de mezclas y un amplificador, así como dos bafles de reducidas dimensiones, cascos para la pre-escucha y un set de discos de vinilo de 45rpm enfundados en papel abrasivo.
Conexiones eléctricas para el suministro y un pequeño taburete o silla de bar.
El artista puede de disponer de parte del equipo requerido así como de una mesa 120 x 80 cm. El tiempo de la propuesta será registrado en formato audiovisual como en registro sonoro.



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